Serreta Grande

Mergus merganser

La Serreta Grande Mergus merganser es la mayor de todas. Su cuerpo alargado mide 65 cm. de longitud y es más grande que el Ánade Real, al que se parece en una somera observación. Los machos tienen la cabeza de color negro verdoso brillante y el pecho y las partes inferiores blanco rosadas en parte. La espalda es negra y está bordeada lateralmente por una ancha raya blanca. El pico es largo y rojo como las patas. En la nuca se le aprecia un ligero abultamiento de las plumas que forman como un moño incipiente. Al volar su aspecto es el de un pato muy blanco. Las hembras tienen la cabeza de color castaño muy vivo con moño hirsuto en la nuca y la garganta blanca. El dorso es gris así como los flancos que están ligeramente rayados de oscuro. Como en los machos, también tienen el pico y las patas de color rojo. Esta serreta es escasa en la Península Ibérica y sólo relativamente frecuente en los meses invernales, sobre todo cuando el frío en Europa es intenso. En Europa se reproduce en Islandia, Escocia, Escandinavia, costas alemanas y polacas del Mar Báltico, norte de Rusia y localmente en Francia oriental, Suiza y Rumania. Aunque frecuenta los litorales es la serreta que más veces se ha localizado en aguas interiores. Inverna por toda Europa en cantidades variables En años normales se cuentan en Holanda 10.000 serretas grandes En el Delta del Ebro en el invierno de 1973-74. Muntaner y colaboradores vieron solamente 6 ejemplares. En la Ría de Villaviciosa (Asturias) se ven regularmente, pero coincidiendo con tiempos de extremos fríos en Europa del norte. Su presencia en el interior de Iberia es rara para esta especie. En febrero de 1963, mes extraordinariamente frío, un ejemplar fue cazado en Burgos (localidad de Villaldemiro) en un lugar no precisamente muy acuático. Bernis (1959) observó en enero esta especie en el pantano «El Rosarito» en el río Tiétar, entre Toledo y Cáceres. Estaban presentes cuatro ejemplares, un macho y tres hembras o jóvenes en plumaje invernal.

Siguen viéndose serretas grandes habitualmente todos los inviernos en las costas y lagunas interiores de la Península, en esta primera década del 2000.